Vivir en el centro de Húmera es muy diferente a vivir en el centro de Madrid o en sus ensanches, y vivir en un edificio de tres plantas no es lo mismo que habitar uno de 7 u 8 niveles…con esto en mente hemos intentado realizar una propuesta arquitectónica integrada en el lugar, que aprovecha esta escala que casi nos permite vivir a pie de calle… forzamos el programa para que así sea. La sensación buscada es la de acceder desde la propia calle a cada una de las 15 viviendas, de marcar su individualidad. La volumetría se fragmenta para romper la sensación de bloque y conseguir el concepto de conjunto de viviendas individuales con accesos y servicios comunes; las ventajas de la vivienda colectiva unidas a las de la individual. Esta fragmentación se consigue modificando la altura de cumbrera y jugando con los vuelos permitidos por normativa.
