El proyecto se desarrolla bajo el concepto de unidad CASA-JARDIN. Se plantea una solución arquitectónica que permite conjugar la vivienda colectiva, con la conexión de todas y cada una de las viviendas con la vegetación, el sol, y las vistas. La TERRAZA-JARDIN es un espacio abierto al cielo desde el que el medio natural y los fenómenos meteorológicos se disfrutan en la vivienda. Es a la vez un filtro de privacidad hacia el interior y un lugar de socialización hacia el exterior.
EL MERKADO DE REINOSA
Una gran casa abierta para todos. Una casa que genera cultura desde abajo, desde la cogestión municipal y vecinal. Un edificio abierto a los jóvenes, a las oportunidades, a la alegría, al rock, a la sociedad y a la cultura. El MERKADO es un vacío abierto en la ciudad para acoger cualquier actividad que ésta requiera. El MERKADO da cabida a todo tipo de propuestas/actividades/proyectos de tipo cultural, social, artístico, deportivo… para el uso y disfrute de los campurrianos.
Queremos que sean los propios vecinos los que participen en las decisiones de las actividades y proyectos a desarrollar, gestionando con responsabilidad el uso del espacio y fomentando el encuentro y las relaciones sociales entre todos. Este espacio debe ser disfrutado y compartido entre todos: vecinos, comerciantes, colectivos y asociaciones de la ciudad.
Por ello, el edificio se diseña como una gran espacio abierto, un edificio dónde todos son bienvenidos. Un centro sociocultural abierto y exhibicionista, que busca la participación, en todos sus grados. Un proyecto que aprovecha su situación central en Reinosa para multiplicar los sucesos. Un edificio que no olvida la tradición reflejada en su nombre, sus materiales y sus estrategias climáticas, y a la vez apuesta por un futuro más luminoso.
La Oportunidad
El vacío dejado por el incendio de junio de 2012 del antiguo Mercado Municipal de Abastos de Reinosa es una oportunidad para crear un nuevo centro sociocultural abierto que refleje las nuevas aspiraciones de Reinosa para el siglo XXI.
El principal objetivo del nuevo edificio es crear un punto de encuentro en Reinosa, un espacio dónde se junten las actividades y los viandantes.
Para el éxito del centro sociocultural es tan importante el edificio, su entorno urbano y su imagen como lo es la gestión y propuesta de actividades que en él se desarrollen.
Proponemos resolver este vacío urbano y de programa mediante estrategias flexibles. Tanto el espacio como el programa debe diseñarse bajo las premisas de variabilidad, adaptabilidad, versatilidad, sin que ello suponga una indefinición o falta de cualificación.
Se deben tomar los aspectos ya conocidos y resolver espacios y programas que se adapten a ellos, pero que a la vez que lo hacen, sean versátiles para adaptarse a otros usos. Imaginamos el espacio como un lugar dinámico y de relación, de cruce de experiencias, dónde no sólo los jóvenes se sientan a gusto, sino también otros vecinos y actores de la comarca.
Respecto al programa, se realiza una propuesta que recoge los aspectos existentes y se abre a futuras modificaciones, porque entendemos que la propuesta actual no es vinculante, sino una apertura para la discusión y modificación en participación de todos los actores relevantes de Reinosa y su comarca; vecinos, comerciantes, asociaciones, etc…
Propuesta Urbana
La situación urbana del mercado no es de absoluta centralidad, ni geométrica, ni desde el punto de vista de los flujos. El MERKADO se encuentra situado en la segunda fila de dos de las calles principales de Reinosa, al interior de un conjunto de edificios. Esta situación del proyecto en una zona con menos flujo peatonal del deseable implica la utilización de estrategias para favorecer este flujo. Por ello, se ha buscado facilitar la conexión de las dos calles principales pasando frente al edificio, en lo que un análisis de sintaxis espacial indicaba como el flujo principal.
A la vez se ha mantenido la huella histórica del edificio del mercado y su forma de tres naves, simplificando la sección. También se han mantenido los materiales haciendo “un edificio con estructura de hierro y madera, sobrio y funcional” que no sólo recuerda al mercado existente si no que enraíza con los materiales del entorno. El objetivo es que el recuerdo del mercado permanezca y ayude a crear identidad en este nuevo centro, para que la antigua plaza del mercado vuelva a ser la plaza del MERKADO.
En palabras de Jan Gehl el entorno del edificio es tan importante como el propio edificio, y por ello se busca mejorar la relación del mismo con todas las aceras que lo rodean. Una relación directa, al mismo nivel. Una relación en la que sea fácil entrar y salir, como si de una plaza más se tratase. Pero una plaza particular, una plaza semicalefactada con un jardín de invierno. Un lugar dónde se reúnan los reinosanos los días de invierno a resguardo del frío y la lluvia, y en verano funcione como una cubierta ventilada en su base, dónde se puedan realizar actividades que requieran proteger de la lluvia o el viento o condiciones de seguridad o privacidad diferenciadas. Una plaza abierta a todos los que deseen pasar o sólo mirar.
Programa
El MERKADO se ha planteado el programa del edificio previamente a su formalización.
Se entiende el programa como un proceso abierto que debe cerrarse en el proceso de proyecto a través de conversaciones y participación de todos los agentes implicados en el centro sociocultural. También es probable que el programa sufra alteraciones a lo largo de la vida del edificio, que es parte de la vida cambiante de Reinosa. Este planteamiento implica la asunción de la flexibilidad de los usos como uno de los generadores del proyecto.
En el programa hay elementos fijos o seguros que se solicitan de acuerdo con la demanda actual, y otros que son desconocidos. Por ello, se ha buscado dar respuesta al programa creando espacios flexibles que puedan responder de buena manera a estas demandas actuales, pero que puedan igualmente transformar su uso con facilidad en un futuro. Se trata en el MERKADO no tanto de definir usos, como de definir cualidades del espacio que posibiliten distintos y diversos usos. La flexibilidad es entendida aquí como la amplitud del espacio, su cantidad, y a la vez la diversidad de las características climáticas, lumínicas, acústicas, etc… creadas.
En vez de crear una serie de espacios delimitados que respondan a cada una de las demandas actuales, se ha optado por crear un espacio continuo y divisible, que permite realizar todos los usos actuales: lugar de encuentro, espacio co-working, espacio de exposiciones y juegos, etc… Solamente se encuentran como espacios funcionalmente diferenciados los núcleos de comunicación, los aseos, los cuartos de instalaciones y la cafetería. Todo lo demás son espacios divisibles y reconfigurables, que permiten variar su uso y adecuarlo a las demandas y necesidades futuras. Sin embargo, la diversidad de cualidades, tamaños, luminosidad, privacidad, temperatura, etc… busca que esa adaptación se produzca de la forma más fácil, desplazando las personas y sus actividades a los lugares que reúnan las cualidades apropiadas.
El MERKADO se plantea como un edificio contenedor en el que se pueden albergar multitud de actividades distintas y simultáneas.
Hay habitaciones de 20m2 aptos para reuniones o ensayos de grupos pequeños. Locales de 50 m2 para asociaciones, y espacios continuos de más de 100m2, que requieren de su singularización por parte de los usuarios. Sin embargo, el mayor espacio del edificio es una plaza interior en conexión con una plaza exterior. Esta plaza interior se encuentra limitando con el principal flujo de la parcela y alberga en su interior vegetación tipo invernadero que lo convierte en un lugar singular dentro de la trama urbana, especialmente en invierno. Un lugar para el descanso, un punto de encuentro entre los que están, los que actúan y los que pasan.
Respecto a las actividades albergadas, aunque se han potenciado los aspectos ya existentes en Reinosa: el rock, el montañismo, las fiestas locales, el asociacionismo, etc… el número de actividades posible es amplísimo: conciertos, teatro de calle, exposiciones de grafiti, talleres de modelado, espacios de colaboración e interconexión, danza contemporánea, acrobacias, talleres infantiles, etc… cada actividad puede encontrar o modificar un espacio del MERKADO para que se adapte a sus necesidades.
Construcción y Materialidad
El MERKADO de Reinosa es un proyecto que busca enraizarse en el lugar a través del uso de materiales, texturas y colores presentes en el entorno. A la vez es un edificio con una nueva estética que emana a partir de un uso diferente de los mismos.
Al igual que el antiguo mercado, es un edificio con estructura de hierro y madera, sobrio y funcional, dónde la atención se deja a la actividad interior.
El proyecto cambia de escala los elementos de la arquitectura vernácula reinosana. En las propias inmediaciones del edificio podemos ver varios edificios construidos en sillares de piedra, con galerías tipo invernadero en su fachada sur, como mecanismo de ganancia térmica. Esta misma combinación es la que utilizamos en la propuesta del MERKADO, situando el volumen más calefactado y compartimentado al norte de la parcela. Y situando al sur, en continuidad con el principal espacio público el invernadero.
Otro de los objetivos del proyecto ha sido sencillamente ofrecer el máximo volumen al mínimo precio. Para ello se ha recurrido a un esquema sencillo en planta y sección, así como al empleo de materiales estandarizados.
Las técnicas constructivas utilizadas son sencillas y comunes. En la CASA se opta por un aplacado de piedra con cámara ventilada y aislamiento situado por tanto al exterior de la estructura interna, lo que permite evitar los puentes térmicos y resolver con facilidad la envolvente térmica del edificio. En el INVERNADERO se utiliza estructura metálica vista con paneles de policarbonato y vidrios en función de la necesidad de transparencia. Para la gestión de la temperatura y condiciones interiores del edificio se utilizan técnicas y elementos desarrollados y testados en la industria agrícola y cuyo paso a la arquitectura institucional ya se ha realizado con anterioridad.
Se ha optado por estos sistemas prefabricados y por la modularidad para reducir los costes. La solución de los espacios público en una sola planta busca el mismo objetivo, a la vez que mejora su presencia y accesibilidad pública.
En el capítulo del presupuesto se puede comprobar que estas soluciones se ajustan a la cantidad disponible.
Sostenibilidad Social y Energética
El MERKADO se plantea desde presupuestos de sostenibilidad social y energética, asumiendo el aspecto económico asociado a estos dos factores como un punto de partida para el proyecto.
Desde el punto de vista social se plantea un MERKADO, un centro sociocultural, que funcione desde abajo hacia arriba, de gestión compartida entre el ayuntamiento y los vecinos activos, en el que el uso y aprovechamiento de los recursos sea responsabilidad de todos. Esta gestión compartida implica la asunción de derechos y deberes de la preocupación por el buen uso de los recursos, tanto materiales, como humanos y energéticos.
Desde el punto de vista energético se utilizan varias medidas complementarias. Por un lado se eligen los materiales en función de sus adecuación al entorno y a través de su impacto en el ciclo de vida del edifico. Por otro se busca minimizar el consumo energético del mismo tanto a través de medidas pasivas como activas. Las pasivas tienen su principal reflejo en el volumen de LA CASA, dónde se mantiene una temperatura de confort constante gracias al aislamiento. Las activas tienen su reflejo iconográfico en El INVERNADERO, que además del principio del invernadero utiliza tecnologías que realizan una regulación dinámica del ambiente. Así, la arquitectura del edificio, con sus dos zonas diferenciadas trae al edificio público la división en espacios acondicionados y espacios colchón existente en los edificios residenciales de la zona. No es sólo el aspecto estético el que se traspasa al edificio público, sino más bien su aspecto energético.
Presupuesto
La propuesta del MERKADO de Reinosa se ha realizado teniendo muy en cuenta las limitaciones presupuestarias, optando por un proyecto que ofreciera la mayor cantidad de espacio y de actividades con la menos cantidad de recursos posibles. El MERKADO es consciente de que la arquitectura es sólo una parte del éxito de un centro sociocultural de este tipo y que otra gran parte se debe al trabajo y gestión que del centro se haga. Por ello se ha ajustado el presupuesto en una primera fase al propuesto, pero en la medida que la calidad mínima requerida lo permita se espera poder dar parte del presupuesto de obra a la gestión del centro si esta no tiene suficiente dotación prevista previamente.
Los sistemas constructivos empleados son comunes y han sido testados, asegurando un mantenimiento de bajo coste.